Las mantas ignífugas como accesorio para chimeneas
Las mantas ignífugas apagafuegos pueden ser utilizadas por cualquier persona, por eso es recomendable tener una siempre al lado de su chimenea.
Lo que conocemos comúnmente como chimenea de hogar es el lugar destinado a encender una hoguera, está provista de un conducto vertical para la salida de humos, generalmente está situado en un hueco de la pared y decorado con un marco y una repisa. Una chimenea es útil para calentar una habitación de manera natural utilizando troncos de madera seca, creando un ambiente cálido apropiado para relajarse, hacer reuniones familiares y pasar un tiempo de ocio. También el uso de la chimenea provoca un ahorro en los costes de la utilización de electricidad. A priori todo pueden parecer ventajas, pero un mal mantenimiento, mal uso o un descuido puede provocar un incendio.
Las chimeneas se incendian por diferentes motivos, pero la mayoría de veces son provocados por distintas imprudencias:
- Exceso de confianza.
- No deshollinar habitualmente la chimenea.
- Encender la hoguera con líquidos inflamables.
- Utilizar demasiada madera provocando grandes llamas.
- Tener muebles cerca de la chimenea, ropa, cortinas...
En ocasiones una rápida actuación puede evitar una mayor catástrofe, por lo tanto, tener una manta ignífuga como un accesorio más para la chimenea puede ayudar a apagar rápidamente un fuego incipiente o incluso protección personal para salir de un fuego mayor.
A pesar de la facilidad de uso de la manta ignífuga, lo más importante es la seguridad de las personas, en consecuencia, ante cualquier situación de peligro, hay que ponerse a salvo lo antes posible y contactar con los servicios de emergencias.
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