¿Para qué sirve una manta ignífuga?
No todo el mundo conoce las distintas aplicaciones que puede tener una manta ignífuga. A priori, podemos pensar que una manta sirve para taparse cuando hace frío, y si además es ignífuga, que nos protege contra el fuego. Y no iremos muy herrados en nuestra suposición, pero las aplicaciones específicas de las mantas ignífugas pueden ser varias. La manta ignífuga puede ser el elemento más seguro con el que apagar un fuego provocado con aceite, siempre y cuando este fuego no sea de grandes dimensiones.
Existen distintos extintores para distintos tipos de fuegos y apagar un fuego provocado por aceite con un extintor equivocado, puede derivar en consecuencias catastróficas.
También es recomendable el uso de mantas ignífugas en planes de evacuación de un incendio, ya que protegerá contra las llamas a las personas que se envuelvan con la manta ignífuga, mientras las personas cualificadas y/o profesionales se encargan de extinguir el fuego con los elementos más adecuados. El hecho de que una manta ignífuga sea compatible con cualquier tipo de fuego y que sea muy sencilla de utilizar, facilita su uso en múltiples sectores de aplicación. Por lo tanto, en cocinas, centros públicos, uso doméstico, lugares de movilidad reducida…
Las mantas ignífugas son totalmente recomendables como elemento de seguridad contra conatos de incendios y el complemento perfecto para otros sistemas de seguridad contra el fuego.