Tipos de cierre para calorifugados textiles u otras confecciones técnicas
Los herrajes que se utilizan como cierres en confección textil industrial, son una parte crucial de su diseño y confección. Elegir el componente correcto puede facilitar, en mayor o menor medida, un montaje y desmontaje fácil y rápido. Este factor cobra mayor relevancia en aquellos elementos o circuitos que tienen que someterse a revisiones o mantenimientos con cierta frecuencia.
Además de adaptar los materiales según las necesidades de cada proyecto, Texfire utiliza componentes ignífugos para incrementar la seguridad y también para evitar que se deformen o se rompan si están expuestos a fuentes de calor.
Existe una gran variedad de soluciones para cerrar o fijar los sistemas de aislamiento textil:
Hook and loop ignífugo: También conocido como cierre tipo Velcro. Texfire solamente lo utiliza en su versión ignífuga. Se compone de dos tiras, una con ganchos y otra con bucles que se adhieren entre sí cuando se presionan juntas. Es una opción popular debido a su facilidad de uso y su eficacia en la fijación y sellado. Por el contrario, requiere que la confección sea realizada con gran precisión para que, al juntar las partes, encajen perfectamente. Texfire lo ofrece en dos medidas: 20 mm y 50 mm de ancho. En ambos casos se trata de un Velcro ignífugo. Esta solución se puede encontrar en versión autoadhesiva y en versión cosida, siendo esta segunda la elegida por Texfire, para así evitar que con las altas temperaturas se pueda despegar.
Gancho: Este sistema de cierre requiere de cierta pericia en cuanto a confección. Está compuesto por 3 elementos: Arandela con gancho, clavo y arandela de fijación. Este sistema siempre requiere de otro elemento que haga de puente entre los dos ganchos, como por ejemplo un alambre, un muelle o una cuerda. La instalación de ganchos ayuda a fijar las capas internas del aislamiento, lo que permite asegurar la estabilidad del conjunto.
Muelle: Los muelles son una opción resistente, flexible y duradera para cerrar la pieza, pero no pueden trabajar por si solos y necesitan 2 puntos de sujeción. Se utilizan a menudo en instalaciones que están sujetas a vibraciones o dilataciones y requieren de un cierre flexible y adaptable. Su versatilidad y coste, los convierten en uno de los elementos de cierre más habituales en la confección industrial.
Cordón ignífugo: Del mismo modo que con el alambre y los muelles, el cordón requiere de un mínimo de dos puntos de anclaje. Su manipulación es muy sencilla y su uso no implica ningún riesgo de dañar el tejido. Texfire solamente usa cordón ignífugo, para garantizar su vida útil incluso frente a altas temperaturas.
Alambre: Es la opción más económica. Se utiliza tanto para cerrar los extremos de una pieza (requiere que la pieza incorpore como mínimo 2 anclajes) como para sujetar el aislamiento alrededor del mecanismo que se quiera aislar. Es una opción eficaz pero poco eficiente. Además a pesar de que su manipulación es muy sencilla, hay que ir con cuidado porque sus extremos fácilmente pueden dañar el tejido.
Hebilla: Son una opción muy popular en la confección de calorifugados textiles debido a su durabilidad y eficacia. A diferencia del Velcro, el uso de hebillas permite cierto margen a la hora de confeccionar ya que la cinta que las recorre puede apretarse o dejarse más holgada, permitiendo cierta flexibilidad en el momento de su instalación. Además, al ser metálicas, este tipo de cierre es ideal para instalaciones más pesadas o que requieran un cierre más firme y resistente que el sistema de hook and loop. y pueden soportar más peso.
Cremallera ignífuga: Las cremalleras son una opción que reúne múltiples cualidades. Permiten un sellado similar al del Velcro y tienen una resistencia similar a la de las hebillas. Por el contrario, existen cremalleras de múltiples materiales y una mala elección puede provocar que se dilaten y queden bloqueadas si están expuestas a temperaturas extremas. Se utilizan en aquellos casos en los que se precisa que el cierre proporcione un buen sellado y a la vez cierta flexibilidad, como por ejemplo en brazos robóticos.
Botón automático: También conocidos como clipajes, los botones automáticos son populares porque resisten muy bien un uso intensivo y el paso del tiempo. Además, al ser metálicos también tienen un buen comportamiento frente a las altas temperaturas. Su capacidad de sellado no es tan eficaz como con el Velcro o las cremalleras, pero proporciona un cierre más flexible y adaptable variando la distancia entre los botones. El uso de botones automáticos requiere de mucha precisión a la hora de confeccionar la pieza, ya que un error de cálculo impedirá que el macho y la hembra cierren correctamente.
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