La manta ignífuga como complemento de los extintores
Partiendo del principio de que la mejor actuación frente a un incendio es evitar que este ocurra, se le atribuye a la manta ignífuga la categoría de complemento de los extintores y de cualquier otro tipo de dispositivo de sistema contra incendio.
Si sabemos usar la manta ignífuga en su momento adecuado, podremos prevenir que se propague un fuego y no tener que hacer uso de cualquier otro mecanismo para extinguirlo. Con una manta ignífuga podremos sofocar un incendio en su primera fase, evitando así su propagación, pérdidas materiales, esfuerzos mayores e incluso la pérdida de vidas humanas.
Tanto la manta ignífuga como el extintor son denominados elementos de actuación para prevenir o extinguir un incendio, ambos se complementan entre sí.
- La manta no apaga fuego, sofoca su inicio: las primeras llamas, el extintor lo apaga, pero su vida es corta (incluso en esta fase podremos hacer uso de una manta ignífuga que nos proteja y poder salir de la zona afectada por el fuego).
- El uso de un extintor requiere de un personal con formación para poder utilizarlo.
Para lograr la mejor protección y seguridad ante un incendio se recomienda disponer de una manta ignífuga.
La manta ignífuga permiten una acción rápida y eficaz en caso de incendios pequeños, es muy funcional, simplemente es tirar y desplegar, no se necesita de una formación para utilizarla, simplemente es colocar encima del objeto con llamas, nos ayuda a sofocar los primeros conatos de incendios e incluso en fuegos mayores nos protege, pudiendo salir del lugar incendiado cubriéndonos con ella.
En algunos manuales de prevención de riegos de algunas comunidades autónomas, sectores industriales, hostelería, servicios públicos y estatales, indican la necesidad de disponer de mantas ignífugas como elemento de actuación rápida en la primera fase de incendio.
La UNE EN 1869/1997 es la normativa que acredita a la manta como apta para su uso como apagafuegos. Cumple el Test de Efectividad contra el fuego y para su uso como elemento de protección individual de persona contra fuego.
Así, para lograr la mejor protección y seguridad ante un incendio se recomienda disponer en el lugar adecuado de una manta ignífuga al lado de un extintor como elemento de ayuda en caso de accidentes por incendio.